miércoles, 29 de septiembre de 2010

Vocación o conveniencia.

Aparece un mensaje en Fb, proveniente de un docente:

SI UN DOCTOR, UN ABOGADO O UN DENTISTA TUVIERA A TREINTA PERSONAS O MÁS EN SU OFICINA A LA VEZ, TODAS CON DIFERENTES NECESIDADES Y ALGUNAS QUE NO QUIEREN ESTAR ALLÍ Y EL DOCTOR, ABOGADO O DENTISTA, SIN AYUDA, TUVIERA QUE TRATARLOS A TODOS CON EXCELENCIA PROFESIONAL DURANTE DIEZ MESES, ENTONCES PODRÍAN TENER UNA IDEA DE ... LO QUE ES EL TRABAJO DEL DOCENTE EN EL AULA". SI ERES DOCENTE

(Supongo que después seguía, pero se le acabaron los caracteres)

Ya le había respondido otra vez que lo había posteado, pero solo llevó a una discusión con sus contactos.

El mensaje no deja de parecerme una muestra equilibrada de necedad e "hijodeputez".
La verdadera cuestión es que cuando alguien desea ser abogado, médico, dentista, ingeniero, ecólogo urbano o lo que sea sabe que por la naturaleza de la profesión que eligió nunca va a tener que tratar a treinta personas en su oficina durante diez meses. No me estoy tirando en contra de los docentes en general, hay excelentes docentes que realmente le dejan a uno una marca que lo va a acompañar durante toda su vida. Que actúan por vocación y con amor por lo que hacen. Pueden tener un mal día o incluso tener un carácter de mierda, pero te das cuenta que el tipo/la mina te enseña de verdad.
Trabajé en una escuela en administración, y sé cómo los tratan en algunos lados. Y créanme, hay cosas que no se merecen. En esa misma escuela hice una suplencia en informática un mes como un favor a mi jefe mas que otra cosa. Y les digo que es un trabajo muy lindo y a la vez muy cansador. Siempre supe que no es para mí, lo acepto y me la banco. Y es en parte por eso que no estudio un profesorado.
Y sé también que hay gente que se hacen los educadores y no son nada. Nada. Y esta gente me jode mucho. Gente que estudia magisterio porque le da una salida laboral rápida, gente que no quiere enseñar pero le gusta cobrar, así que abusa del sistema de licencias, gente que se cree que porque muchos desaprueben su materia eso los hace buenos (nada más alejado de la realidad) y podría seguir la lista. Es esta la gente que se supone que tiene que estar ahí para contener al alumno y ayudar a lo que va a ser en la sociedad. Y si hacen mal su trabajo o directamente no lo hacen estamos jodidos, y bastante. Cierto es que uno al ser docente presupone una mínima colaboración por parte de padres y alumnos, cosa que no siempre se da. Cuando eso pasa, digamos que tienen mi solidaridad. Pero volviendo a los pseudoeducadores, mi opinión como parte de esta sociedad es que para ser un maestro idóneo tenés que tener amor por la docencia. Si no lo tenés por favor no te metas y hacé otra cosa. Si lo tenés y te lo sacaron fijate qué hacés. Seguro algo te queda, exprimilo al máximo, porque si no estás cagando a toda la gente que alguna vez se va a relacionar con esos alumnos tuyos.
Espero no haber herido susceptibilidades y que entiendan lo que digo. En otra ocasión quizás escriba más sobre lo que es para mí la docencia y seguiré señalando a los pseudoeducadores.
Y ya que estoy, les dejo un gran saludo a mis profesores de en serio, los que sí tienen este amor del que hablo. Y a los otros, eat my shorts.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Mondoke responde las preguntas que no te animaste a hacer

(pero que sé que te hiciste)

Blogger me deja ver estadísticas, entre ellas las palabras clave que usaron para entrar a este blog, así que me tomo cinco minutos y respondo a las dudas de los que entraron.
  • Al que entró buscando "comerse la galletita": Espero la información te haya sido útil.
  • Al que entró buscando "que es? comerse la galletita": Preguntale al de arriba.
  • Al que entró buscando "hay gente que le gusta el sabor de la sangre" le digo que sí.
Sí, ya sé. Seguramente no soy el único que roba haciendo posts con esto. Pero bueno. Bienvenido sea.

¡Ah! Y tal parece que a la gente le gustan las frases quimicosas. Lamentablemente, como no curso química, no puedo asegurar que estas entradas sigan existiendo, pero quizás algo se me ocurra, o quizás no.