sábado, 2 de febrero de 2013

Creación y miedo


Hank Green dice que vivimos creando, que compartir nuestras creaciones con otros da miedo y que nuestra mayor creación somos nosotros mismos. Que da miedo crearnos y mostrarnos al mundo.
Vi Hart le responde que no le importa lo que los demás piensen de ella o de las cosas que hace, que ella no tiene miedo.
Esos dos videos son de hace unas semanas, y fue un momento en el que varias personas de youtube hicieron videos parecidos. Pero me voy a quedar con esos dos.
(por cierto, si quieren y se bancan que estén en inglés véanlos, pero no es absolutamente indispensable para los propósitos de este post)
Y me quedo con esos postulados porque es interesante lo que se obtiene. Es verdad que vivimos creando, y que nosotros somos producto de nuestra vida, específicamente de cómo reaccionamos con respecto a eventos que no elegimos que sucedan, o algo así. El resultado es algo, es cómo somos. Y como esto está basado en cosas que probablemente no están en nuestro control, nos da miedo. Nos afecta.
Por lo menos a mí me da miedo. No con todos, ni con todos al mismo nivel. Pero tengo que aceptarlo.
Pero no por eso voy a ser alguien que no soy. No voy a sufrir por la aceptación de otros. Si me aceptan que acepten quien soy. Da miedo, pero también me chupa un huevo.
El mejor ejemplo es este:
Cuando pasaba por mi adolescencia descubrí que no me gustaba bailar. No me gusta y punto. No obstante, hay eventos sociales en los que se baila. Así de simple. Casamientos, salidas a ciertos lugares, cumpleaños de 15, fiestas en general, cosas así. Tenía que elegir entre bailar, 99.5% de las veces música que no me gustaba, y ser el chabón aburrido. Elegí ser yo, el chabón aburrido cuando hay baile. Y en esas situaciones lo elijo siempre.
Un ejemplo más reciente es que descubrí que soy alguien que no suele reaccionar. Ante lo que muchos otros se lamentan o se horrorizan yo solamente me sorprendo. (ojo, no es que no haya cosas ajenas que hagan que me lamente o que me despierten horror, solamente que la barra está más alta para mí. E incluso en varias de esas situaciones no lo demuestro). En vez de preguntarme por qué, sufriendo por no ser como la mayoría de la gente, me alegro por tener la habilidad de ser The Wolf en ciertas situaciones.
Ser uno mismo es el consejo por excelencia para todo, y es por una buena razón. Pero conlleva saber quién es uno, y aceptar eso. No estoy hablando de no cambiar, sino de que ahora soy así. Quizás mañana me importe más otra cosa, y ese seré yo mañana. Estoy en construcción. Pero dentro de todo estoy tranquilo con quien soy, con mi producto. No voy a cambiar algo si no veo una razón lo suficientemente buena, y sí voy a cambiarlo si solamente hace mal. No soy perfecto, mucho menos arrogante al pedo, pero de todas maneras yo soy quien decido qué hace mal y qué no. Y no es fácil, pero es lo que hay. 
Y seguiré siendo yo, seguiré teniendo miedo unas veces y no me importará otras. ¿Pero saben qué? Es lo mejor que puedo hacer y, suertudo yo, es lo que quiero hacer.

No hay comentarios: