martes, 7 de mayo de 2013

12 segundos de oscuridad

No suelo hablar de mis gustos musicales, más que nada porque todo esto es relativo, y mis favoritos pueden hacer dormir a varios. Es más fácil hablar de lo que no nos gusta. Pero ahora voy a hablarles de algo que simplemente me pareció curioso.
Aclarado lo anterior, les aviso que voy a hablar de Drexler.
Drexler me llegó en un momento en el que estaba buscando músicas tranquilas, y por un disco que me hizo escuchar una profesora de plástica. El disco en cuestión es, justamente 12 segundos de oscuridad, y es el disco del que les quiero hablar. Pero antes de eso quiero hablarles del otro disco que tengo de Drexler, Eco.
Eco es lo que yo llamaría un "disco inocentón". Algún que otro tema de amor, algunos bien y otros un poco melosos, temas sobre lo fácil y boluda que es la vida ("Nada es más simple, no hay otra norma, nada se pierde, todo se transforma"). Se podría decir que haciendo una analogía a las películas es una comedia romántica, con momentos buenos y momentos típicos de comedia romántica.
Y esa es la imagen que normalmente se tiene de Drexler, un tipo buenudo y boludón.
Quizás como puse en el post anterior (que a pesar de que salió hace una semana escribí hace 15 minutos) esto sea una cuestión de mercado.
12 segundos de oscuridad, según leí un tiempo después, es un disco que Drexler compuso después de divorciarse. Se fue a vivir un par de meses a España (creo) y en ese tiempo escribió los temas, bah, varios de esos, porque hay covers, temas que escribió en un avión, temas que escribió antes, cosas así (en el librito del disco dice cuándo los escribió). Es un disco muy distinto a Eco. Si bien hay letras más simplonas, el mensaje del disco no es de que "todo está bien", sino de que La vida es más compleja de lo que parece. Son letras que hablan de lo que se le pasaba por la cabeza en ese momento, habla por ejemplo de la infielidad en convenciones, congresos y similares como algo inherente a ellos. Habla de lo curiosa y chota que puede ser la globalización. Habla, en definitiva, de cómo es para él el mundo pero desde una perspectiva distinta a la del disco anterior "pasarán los años, cambiarán las modas, vendrán otras guerras, perderán los mismos y ojalá que tú [hermana duda]sigas teniéndome a tilo". Se ve, a su vez, como alguien que es un reflejo de este mundo: criticable, con fallas, con errores inherentes. Es, cuanto menos, más "atrevido".
Y eso es lo que me gusta de este disco, que un tipo boludón como Drexler por circunstancias de la vida ve que ésta puede ser una mierda complicada, y lejos de decidir que eso no va con su estilo va y hace un disco sobre eso.